sábado, 2 de diciembre de 2006

Lluvia otoñal

Alfombra de hojas muertas, empapadas por las últimas lluvias, abriga las aceras y deja un quejumbroso lamento con el paso de los viandantes despreocupados, más metidos en sus propios pensamientos que en aquello que a su alrededor sucede, con esa parsimonia que sólo el otoño, en su ocaso produce.
Los colores anaranjados de las primeras hojas, aún balanceándose en las ramas de los árboles, se vieron arrastradas por viento y lluvia, que de forma alterna, se sucedían sin apenas descanso, hoy sustituidas por restos desmigajados. Lluvia otoñal, lágrimas que empañan la noche y abruman el alba. Ecos apagados de voces.
Quedamente, el otoño se va alejando, mientras se dejan sentir los primeros fríos del invierno acechante.
Lluvia otoñal. Recuerdos que se borran de un verano que se quedó atrás.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El otoño, cuando los primeros abrigos visten el cuerpo de un gris con tonos negros. Sus hojas que son melodía cuando al pasar sumergida en los pensamientos se van resquebrajando para ser alimento de ese árbol que las dejó caer.