lunes, 20 de noviembre de 2006

Silencio

El silencio, a veces, tan elocuente. Sin palabras, sin sonidos, deja su profundidad inequívoca, con sus variados significados. El silencio, refugio de recuerdos y albergue de ensoñaciones. Cuando la noche abre sus puertas de par en par, por una rendija el silencio se adentra, invadiendo cada rincón hasta alcanzar su plenitud.

El silencio es un adiós, es una despedida sin esperanza. El silencio oculta lágrimas, dibuja una sonrisa. El silencio clama ante una injusticia. El silencio...

A veces indiferencia, a veces acusador. Deseado y temido a la vez. Pero omnipresente en momentos puntuales, fiel a su cita, vierte su presencia inaudible en la quietud y en el sosiego.
Y hoy, desde el silencio de la distancia sin fin, quiero dedicarte estas palabras calladas que emanan sigilosas buscando su rincón donde soñarte.

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