lunes, 20 de noviembre de 2006

Viento

El viento que envuelve, el viento que aleja, el viento que acerca... Siempre hay un viento, más o menos sutil, que nos lleva en una u otra dirección. El viento de la vida misma, un constante ir y venir, a la par que vamos, pasito a paso, avanzando. Pensamos que, tal vez, dejamos en algún corazón, en algún lugar, una huella de nuestra memoria. Pero el viento de los años se encarga de desbijurla, si no es de borrarla por completo.

Por mucho que dejemos nuestro empeño, o hacemos una obra de increíble esfuerzo, o la fragilidad de la memoria humana derrumba lo que, con tal facilidad creíamos haber logrado.

Viento. Silbando nombres. Arrebujando cuerpos. Uniendo nubes. Soledad de la tarde desapacible. Y en el amanecer de la madrugada, rugido sordo que golpea las ventanas.

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